1. Concepto de lateralidad
La lateralización es la última etapa evolutiva filogenética del cerebro en sentido absoluto.
La lateralidad corporal es la preferencia en razón del uso más frecuente y efectivo de una mitad lateral del cuerpo frente a la otra. Inevitablemente hemos de referirnos al eje corporal longitudinal que divide el cuerpo en dos mitades idénticas, en virtud de las cuales distinguimos dos lados derecho e izquierdo y los miembros repetidos se distinguen por razón del lado del eje en el que se encuentran (brazo, pierna, mano, pie... derecho o izquierdo). Igualmente, el cerebro queda dividido por ese eje en dos mitades o hemisferios que dada su diversificación de funciones (lateralización) imponen un funcionamiento lateralmente diferenciado.
Es la lateralidad cerebral la que ocasiona la lateralidad corporal. Es decir, porque existe una especialización de hemisferios, y dado que cada uno rige a nivel motor el hemisferio contra -lateral, es por lo que existe una especialización mayor o más precisa para algunas acciones de una parte del cuerpo sobre la otra. Pero, aunque en líneas generales esto es así, no podemos despreciar el papel de los aprendizajes y la influencia ambiental en el proceso de lateralización que constituirá la lateralidad corporal.
Efectivamente, la lateralización es un proceso dinámico que independientemente tiende a ponernos en relación con el ambiente; sería pues, una transformación o evolución de la lateralidad.
La investigación sobre la literalidad cerebral ha tenido particular relevancia en el estudio de las funciones referidas al lenguaje, pudiéndose constatar que los dos hemisferios son funcional y anatómicamente asimétricos. Como resultados de tales estudios parece deducirse que el hemisferio de derecho se caracteriza por un tratamiento global y sintético de la información, mientras que el hemisferio izquierdo lo hace de modo secuencial y analítico. Estos estudios sitúan la lateralidad corporal, la mayor habilidad de una mano sobre la otra, en le marco de las asimetrías funcionales del cerebro.
La lateralidad corporal parece, pues, una función consecuente del desarrollo cortical que mantiene un cierto grado de adaptabilidad a las influencias ambientales. En realidad la capacidad de modificación de la lateralidad neurológicamente determinada en procesos motrices complejos es bastante escasa (no supera el 10%), lo que nos lleva a proclamar la existencia de una lateralidad corporal morfológica, que se manifestaría en las respuestas espontáneas, y de una lateralidad funcional o instrumental que se construye en interacción con el ambiente y que habitualmente coincide con la lateralidad espontánea, aunque puede ser modificada por los aprendizajes sociales.
La lateralidad corporal permite la organización de las referencias espaciales, orientando al propio cuerpo en el espacio y a los objetos con respecto al propio cuerpo. Facilita por tanto los procesos de integración perceptiva y la construcción del esquema corporal.
La lateralidad se va desarrollando siguiendo un proceso que pasa por tres fases:
- Fase de identificación, de diferenciación clara (0-2 años)
- Fase de alternancia, de definición por contraste de rendimientos (2-4 años).
- Fase de automatización, de preferencia instrumental (4-7 años).
En la educación infantil se debe estimular la actividad sobre ambas partes del cuerpo y sobre las dos manos, de manera que el niño o la niña tenga suficientes datos para elaborar su propia síntesis y efectuar la elección de la mano preferente.
2. Mecanismos de la lateralidad
Como señalamos en el apartado anterior, la lateralización es la última etapa evolutiva filogenética y ontogenética del cerebro en sentido absoluto.
El cerebro se desarrolla de manera asimétrica y tal asimetría hemisférica no se reduce sólo a la corteza, sino también a las estructuras que se encuentran por debajo de ella (a diferencia de los animales). Por ejemplo, en la memoria, el hipocampo parece tener un papel diferenciado: la parte derecha está preparada para las funciones propias de la memoria a corto plazo, mientras que la parte izquierda lo está para las funciones propias de la memoria a largo plazo. Hipocampo y tálamo, además, intervienen en el lenguaje. El nervio estriado y el hipotálamo regulan en modo diverso el funcionamiento hormonal endocrino, influyendo también en la emotividad. Igualmente, existen equivalencias derecha -izquierda también a nivel sensorial, a nivel de receptores sensoriales (nivel perceptivo).
También la actividad cognitiva se encuentra diferenciada: el hemisferio menor utilizada procesos estrechamente ligados a la espacialidad y por tanto los primeros aprendizajes deben producirse, forzosamente, a través de la acción. Los siguientes aprendizajes pasan, sin embargo, a través de la verbalización y por tanto presuponen el uso del hemisferio dominante. Es lo que ocurre en la escuela donde los contenidos se transmiten mediante la verbalización y por tanto a través del hemisferio dominante, sin que haya habido posibilidad de provocar la integración s nivel subcortical.
Si pensamos en los niños de Educación Infantil, nos damos inmediatamente cuenta de que algunos están habituados a utilizar el lenguaje verbal y consiguientemente el hemisferio dominante en el aprendizaje como estructura mental, aspecto éste derivado de la educación familiar; otros niños, sin embargo, utilizan un proceso de aprendizaje en términos de espacialidad utilizando el hemisferio menor. La lógica del hemisferio menor respecto otro es diferente, por lo que decimos que estos niños se caracterizan por una inteligencia práctica y, si en la escuela se parte de un plano verbal, corren el riesgo de no poder integrarse.
3. Tipos de lateralidad
Existen varias teorías que intentan explicar porque determinados individuos son diestros o zurdos.
Según Rizal en su obra "Motricidad humana", "ninguna de estas teorías van a ser absolutas, por lo que debemos aceptar que esta determinación de la lateralidad va a ser afectada por más de una causa".
Este mismo autor clasifica las siguientes causas o factores:
3.1. Factores neurológicos
Basándose en la existencia de dos hemisferios cerebrales y la predominancia de uno sobre el otro, esto es lo que va a determinar la lateralidad del individuo. Esta dominancia de un hemisferio sobre el otro, según los investigadores, se puede deber a una mejor irrigación de sangre con uno u otro hemisferio.
En la actualidad, numerosos neurólogos han demostrado que la relación entre predominio hemisférico y lateralidad, no es absoluta.
3.2. Factores genéticos
Esta teoría intenta explicar la transmisión hereditaria del predominio lateral alegando que la lateralidad de los padres debido a su predominancia hemisférica condicionará la de sus hijos.
De este modo se ha comprobado que el porcentaje de zurdos cuando ambos padres lo son se dispersa (46%), sin embargo cuando ambos padres son diestros el por ciento de sus hijos zurdos disminuye enormemente (21%), 17% si uno de los padres es zurdo.
Zazo, afirma que la lateralidad normal diestra o siniestra queda determinada al nacer y no es una cuestión de educación, a su vez, el hecho de encontrar lateralidades diferentes en gemelos idénticos (20%), tiende a probar que el factor hereditario no actúa solo.
Sin embargo la dominancia no es total, es decir, que una gran mayoría, a pesar de tener claramente determinada la dominancia lateral, realizan acciones con la mano dominante.
3.3. Factores sociales
Numerosos son los factores sociales que pueden condicionar la lateralidad del niño, entre los más destacables citaremos los siguientes:
- Significación religiosa. Hasta hace muy poco el simbolismo religioso ha influido enormemente en la lateralidad del individuo, tanto es así, que se ha pretendido reeducar al niño zurdo hacia la utilización de la derecha por las connotaciones que el ser zurdo, tenía para la iglesia.
- El lenguaje. Éste, también ha podido influir en la lateralidad del individuo, en cuanto al lenguaje hablado, el término diestro siempre se ha relacionado con algo bueno. Lo opuesto al término diestro es siniestro, calificativo con lo que la izquierda se ha venido a relacionar. En cuanto al lenguaje escrito, en nuestra altura, la escritura se realiza de la izquierda a la derecha, por lo que el zurdo tapará lo que va escribiendo, mientras que el diestro no lo hará.
3.4. Causas ambientales
Entre los que podemos citar:
- Del ámbito familiar. Desde la posición de reposo de la madre embarazada hasta la manera de coger al bebe para amamantarlo, mecerlo, transportarlo, la forma de situarlo o de darle objetos..., etc. puede condicionar la futura lateralidad del niño. Del mismo modo las conductas modelo que los bebes imitan de sus padres también pueden influir en la lateralidad posterior.
- Acerca del mobiliario y utensilios. Todos somos conscientes de que el mundo esta hecho para el diestro. Los zurdos o los mal lateralizados tropiezan con especiales dificultades de adaptación, esto se debe a que la mayor parte del instrumental, se ha fabricado sin tener en cuenta los zurdos. Para concluir este punto, podemos decir que el medio social actúa sobre la manualidad reforzando la utilización de una mano en casi todos los aprendizajes.
En este sentido y centrando la dominancia lateral a manos, ojos, pies y oídos, principalmente a los dos primeros, podemos distinguir los siguientes tipos de lateralidad:
- Según la clase de gestos y movimientos a realizar:
- De utilización o predominancia manual en las actitudes corrientes sociales.
- Espontánea (tónico, gestual o neurológico), que es la que se manifiesta en la ejecución de los gestos espontáneos. Ambos generalmente coinciden y en caso de discordancia originan dificultades psicomotrices.
- Según su naturaleza:
- Normal o predominio del hemisferio izquierdo o derecho.
- Patología por lesión de un hemisferio, el otro se hace cargo de sus funciones.
- Por su intensidad: Totalmente diestros, zurdos o ambidiestros.
- Según el predominio de los cuatro elementos citados (manos, ojos, pies y oído): podemos establecer las siguientes formulas de lateralidad:
- Destreza homogénea. Cuando se usan preferentemente los miembros del lado derecho.
- Zurdería homogénea. Se usan los miembros del lado izquierdo.
- Ambidextreza. Se usa prioritariamente un elemento del lado derecho (por ejemplo la mano) y el otro del lado izquierdo (por ejemplo el ojo).
- Zurdera contrariada. Se da esta forma cuando un sujeto zurdo se le ha obligado por razones sociales usar el miembro homólogo diestro. La más clara es la de la mano.
En definitiva, la lateralización puede entenderse como un conjunto de conductas, que se adquieren cada una de ellas de forma independientemente, por un proceso particular de entrenamiento y aprendizaje, en lugar de quedar determinadas por una supuesta facultad genérica neurológica innata
BIBLIOGRAFIA:
http://www.efdeportes.com/efd108/la-lateralidad-en-la-etapa-infantil.htm
DESARROLLO DE LA LATERALIDAD EN LA ETAPA INFANTIL
La lateralidad es una función de alta complejidad que hace posible que nos orientemos en el espacio y en el tiempo, y, por tanto, nos permite entender y manejar los códigos escritos (letras y números), característicos de nuestra cultura. Al hablar de lateralidad, nos ceñiremos al periodo comprendido entre los 4 y los 12 años de edad. Tenemos que tener en cuenta la importancia de la etapa prelateral.
Hasta los 4 ó 5 años no tiene demasiada importancia conocer donde están la derecha y la izquierda ni poseer una dominancia corporal. El niño busca o persigue la pelota, sin importarle si el lado por el que le va a venir se llama derecho o izquierdo.
En cambio, cuando se inicia el aprendizaje de la lectura y la escritura es importante poseer unas coordenadas bien organizadas para orientar los símbolos cuyo significado depende de la forma que tienen y del lugar que ocupan en el espacio y en el tiempo (letras y números).
El ser una persona diestra o zurda depende de dos factores: la herencia y el adiestramiento (experiencia). En ningún caso, el ser zurdo debe considerarse un defecto o una manía que hay que corregir.
La lateralidad sigue un proceso que pasa por tres fases:
* Fase de identificación: entre los 0 y 2 años aparecen periodos de uso de las manos.
* Fase de alternancia: hacia los 4 años la mano dominante se utiliza con más frecuencia.
* Fase de automatización: hacia los 6-7 años puede desarrollarse un periodo de transición en la que el niño utiliza la mano no dominante o ambas manos.
¿CÓMO SE DETECTA LA LATERALIDAD DIESTRA O ZURDA DE UN NIÑO?
A la hora de valorar la dominancia lateral del niño lo podemos hacer de dos formas (tendremos en cuenta como edad de referencia los 4 – 5 años). Una forma es dedicarnos a observar de forma continua el comportamiento motriz del niño en su casa o en el aula (se trata de hacer una valoración diaria de la conducta espontánea del niño), la otra forma es la exploración directa, realizada en el aula o en un gabinete de diagnóstico (se trata de colocar al niño ante distintas situaciones de prueba para que nos muestre cómo se organiza, se mueve, se expresa o coloca su cuerpo…).
SÍNTOMAS MÁS FRECUENTES PARA DETECTAR PROBLEMAS DE LATERALIDAD
Periodo preescolar
Es habitual encontrarnos con niños de 5 años que muestran una actitud de renuncia a su lateralidad y que utilizan con preferencia la mano del lado subdominante. Las causas son muy diversas: asimetrías funcionales no detectadas, falta de maduración de las etapas prelaterales, diversos condicionantes psicoafectivos familiares…
El cambio de dominancias debe seguir un orden y tendremos que desarrollar actividades dirigidas a potenciar la mano dominante.
Periodo de educación primaria
Cuando hacemos referencia a niños mayores, la situación exige un estudio personal y exhaustivo para diseñar una estrategia de cambio de dominancia manual exitosa. Los casos más frecuentes son los de niños zurdos contrariados. Los síntomas son:
* Alteraciones de los procesos de integración y ordenación de la información, inversiones gráficas y concepción general del espacio y las dificultades para organizarse en un espacio y un tiempo.
* Las actitudes de inseguridad, inestabilidad, falta de decisión, dualidad, temores exacerbados.
* Problemas importantes psicomotrices o vegetativos.
Todos los síntomas de una lateralidad contrariada que podemos encontrar durante el periodo de la Educación Primaria derivan de una bilateralidad no resuelta. El niño mal lateralizado se comportará como un ambidiestro y presentará una falta de definición con respecto a las coordenadas básicas (se hace evidente en los primeros cursos).
Cuando se presenten algunos signos que obedezcan a trastornos laterales debemos dirigir la observación diaria en el aula, hay que evitar los errores de interpretación que podrían tener consecuencias nefastas para el niño. Si existe una lateralidad contrariada hay que actuar convenientemente para desarrollar una buena lateralidad, sin dejar que el paso de tiempo siga complicando el cuadro y enmascarando, que no resolviendo, muchos signos. http://cdiatavanza.blogspot.com/2012/07/desarrollo-de-la-lateralidad-en-la.html
PSICOMOTRICIDAD INFANTIL
La finalidad de la Educación Infantil es contribuir al desarrollo físico, afectivo, social e intelectual de los niños y las niñas.Este blog esta dedicado a la psicomotricidad en la etapa de Educación Infantil.Gracias a la psicomotricidad se pueden desarrollar muchas de estas habilidades fisicas, afectivas,sociales...
La lateralidad
La lateralidad es la preferencia que muestran la mayoría de los seres humanos por un lado de su propio cuerpo, determinado por el predominio que un hemisferio cerebral ejerce sobre el otro. La lateralización es el proceso por el que se desarrolla la lateralidad. Es importante una adecuada lateralización previa para el aprendizaje de la lecto-escritura y la completa madurez del lenguaje. Hay varios tipos de lateralidad: La lateralidad homogénea diestra: Es cuando en una determinada persona, el ojo, la mano, el oído y el pie predominantes están en el lado derecho. La lateralidad homogénea zurda: Es cuando en una determinada persona, el ojo, la mano, el oído y el pie predominantes están del lado izquierdo. La lateralidad cruzada: es cuando en una determinada persona el ojo la mano el oído el pie no se ubican en el mismo lado del cuerpo. Algunos autores hablan de lateralidad ambidiestra cuando no hay predominancia de ninguno de los dos lados del cuerpo. A ciencia cierta no se puede determinar porque algunas personas son diestras y otras zurdas. La lateralidad se va desarrollando siguiendo un proceso que pasa por tres fases: Fase de indiferenciación. (0-2 años) Sucede en el periodo sensoriomotor, la lateralidad no está definida ya que el niño va descubriendo poco a poco sus manos y sus posibilidades manipulativas que le permiten interaccionar con el medio. Fase de alternancia (2-4 años). En esta etapa los niños utilizan las dos manos indistintamente para realizar sus actividades cotidianas. Fase de automatización (4-7 años). En esta etapa el niño comienza a utilizar un lado en las distintas actividades que realiza: mirar por un agujero, llevarse el auricular del teléfono al oído... Este lado es el dominante.
Más tarde, aunque pueda existir algún periodo de inestabilidad deberá quedar consolidada su lateralidad. Esto suele suceder a partir de los 8 años. Debido a una mala lateralidad pueden surgir diferentes problemas en el siguiente artículo se explica los diferentes problemas y los tratamientos y terapias recomendadas en estos casos. Si picas en"artículo sobre la lateralidad" accederás a él directamente.
BIBLIOGRAFIA:
http://psicomotricidadeducacioninfantil.blogspot.com/2010/04/la-lateralidad.html
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